A partir de ese momento cada año la comparsa que abre el desfile ofrece un boato de apertura que ensalza la participación de su Abanderada y Capitán.
Así pues la “Triunfal Entrada Cristiana”, como ahora reza en los programas que se editan para anunciar y propagar la Fiesta, está encabezada cada año por un séquito que arropa al Embajador Cristiano y, a continuación el boato inicial de la comparsa que le toca abrir el desfile que presenta claras connotaciones acordes con la comparsa a la que representa y su vestimenta. Hay que destacar la presencia de ballets, collas o grupos musicales autóctonos, carrozas, bloques o pelotones que realizan algún tipo de evolución en su desfile, y otros elementos que hacen que el inicio de la Entrada sea esperado por el público por la cada vez mejor puesta en escena que llevan a cabo las comparsas, que intentan sorprender y maravillar a los espectadores con estos boatos espléndidos y llenos de encanto.
El orden que guardan las comparsas en este desfile es siempre rotativo, así la comparsa que inicia el desfile pasa a ocupar el último lugar en el bando y va descendiendo hasta que le toca de nuevo el primer lugar. Tras las comparsas cristianas desfilan las moras en una continúa sucesión de escuadras, festeros y bandas de música que cubre toda la tarde noche del sábado de fiestas, acabando alrededor de las doce de la noche.
Así pues la “Triunfal Entrada Cristiana”, como ahora reza en los programas que se editan para anunciar y propagar la Fiesta, está encabezada cada año por un séquito que arropa al Embajador Cristiano y, a continuación el boato inicial de la comparsa que le toca abrir el desfile que presenta claras connotaciones acordes con la comparsa a la que representa y su vestimenta. Hay que destacar la presencia de ballets, collas o grupos musicales autóctonos, carrozas, bloques o pelotones que realizan algún tipo de evolución en su desfile, y otros elementos que hacen que el inicio de la Entrada sea esperado por el público por la cada vez mejor puesta en escena que llevan a cabo las comparsas, que intentan sorprender y maravillar a los espectadores con estos boatos espléndidos y llenos de encanto.
El orden que guardan las comparsas en este desfile es siempre rotativo, así la comparsa que inicia el desfile pasa a ocupar el último lugar en el bando y va descendiendo hasta que le toca de nuevo el primer lugar. Tras las comparsas cristianas desfilan las moras en una continúa sucesión de escuadras, festeros y bandas de música que cubre toda la tarde noche del sábado de fiestas, acabando alrededor de las doce de la noche.
https://www.morosycristianoselda.es/la-fiesta/actos/
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